Beso a La Medida
Necesitas ponerte a escuchar Pinkerton.
Esa frase de esa canción de The Vines fue algo que exactamente hice pero no hice.
Una nueva entrada con el mismo texto de inicio. Qué sopresa, como si no la hubiera usado antes pero ahora sí es el inicio.
Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es... y demás idioteces, estilo David Copperfield; pero no tengo ganas de contarles.
Si te interesa saber, me fui a meter al peor lugar que encontré, buscando un beso a la medida, alguien que cure mis heridas, sólo que no me llames, no quiero volver.
Básicamente de eso va lo que escribiré y cómo me hizo sentir tan mal.
Básicamente eso es todo, no hay más.
Puedo contarte (casi) todo con lujo de detalle. Básicamente todo empezó como normalmente siempre empieza, me encontré a mis amigos de la mañana y de ahí salió el plan de salir, antes era ir al billar o durante un tiempo fue ir a ensayar o ir a hacer cualquier otra cosa, incluso sugerí ir con mi amigo con el que salí un día antes pero ya estaba en su casa. De un tiempo para acá todo se convirtió en ir a pistear, la diferencia de ese día fue que no fue en vía pública.
Llegando al lugar fue bastante raro, no me tardé en "agarrar algo" si realmente te interesa saber, yo sí iba con esa mentalidad, ¿qué se puede esperar de un lugar así? Es curioso que en todos los planteles de nivel medio y superior haya lugares así de clandestinos y que Andrew Garfield pudo terminar intoxicado al casi o asistir (la verdad no me acuerdo bien de la anécdota) a dichos lugares.
De todas formas, "agarré" muy poco a comparación de una persona con la que iba. El punto es que durante mi estadía ahí me sentí tan culpable, genuinamente me sentí mal al acordarme de cierta persona a la que le lloré o le sigo llorando. Después de dicho acontecimiento es que puedo sentir la culpa y vergüenza que sentía Rivers Cuomo al escribir todo el Pinkerton.
Todo llegó a su cúspide cuando me encontré a una persona con la que es difícil explicar la relación que tengo con ella. No diría que fue mi ligue o ex ligue porque realmente nunca me gustó, ni siquiera me llamó la atención en lo absoluto, sólo salimos una vez como amigos y después de eso fue que corté toda comunicación porque sencillamente no sentía siquiera amistad por dicha persona. Pero encontrarmela ahí y que me reconociera fue tan extraño, si quieres saber la verdad, no la reconocí de espaldas ya que fui yo quien se le acercó a hablarle, ni siquiera voy a citar las palabras que dije porque qué vergüenza. Sólo recuerdo que después de que volteó dijo "¿¡MAURICIO!?" Realmente lo dijo con sopresa, a lo que continuó. "No esperaba verte por aquí, ya se te subió, ¿verdad?" A lo que claramente respondí que no y luego de eso volteé a todos lados a hacerme el desentendido porque sentí una vergüenza como para querer desaparecer, ya que de todas las personas en el mundo, ella era la última que quería ver o saber. Después de eso fue ella quien me jaló para besarme. Yo no hice nada, sólo lo seguí y después de eso se fue. Literalmente se salió de ahí.
Quitando el hecho que después de eso se salió, lo demás no me consta qué haya pasado tal cual, ni siquiera recuerdo con claridad ese intercambio de palabras, pero si de algo estoy seguro es de la vergüenza que sentí al encontrarmela ahí, de yo haber empezado la conversación y de ese "¿¡MAURICIO!?" Eso es algo que no se me va a olvidadar, ese tono de genuina sorpresa.
Podría contar más sobre ese día, como el cómo terminó, pero no tienen porqué saber.
No diría que compré amor, realmente no, sólo me sentía cabizbajo y si algo he de admitir fue que yo sugerí (tal vez de forma insistente) el ir ahí. Me arrepiento de esa decisión. Sólo me siento mal por eso. Para este punto es cuando la canción Butterfly me describe, al igual que la otra canción que le da titulo a esto.
Beso a La Medida realmente me hace sentir tristeza, todo dentro de la canción es tan lamentable, como mi situación actual. Ya ni siquiera pretendo hacer una entrada pretenciosa como la pasada, ¿Qué me llevó escribir todo eso? El sentimiento de culpa.
Durante toda mi estadía no podía dejar de pensar en Mark Renton.
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